LA CARA Y LA CRUZ
¿Es el azar quien rige nuestras vidas o es la mano de los dioses la que guía los movimientos de la moneda?
A veces las palabras también caen del lado que menos esperamos. La palabra “Poetisa” aunque legítima, suena a una categoría distinta, algo que puede parecer una forma de límite.
El lenguaje cambia con el tiempo, y con él cambian también los matices de sus palabras.
La palabra” poetisa” fue útil en un contexto en el que los escritores eran únicamente hombres y lo femenino debía subrayarse; hoy, este lugar nos resulta ajeno a muchas personas.
Por otro lado, hay palabras que sin culpa propia arrastran ecos difíciles de silenciar; “poetisa” suena a ornamento, es una palabra que distrae y encasilla.
Muchas mujeres que escribimos poesía, en la actualidad, preferimos la palabra poeta por su neutralidad y su peso universal. No se trata de una negación del género, sino una afirmación del oficio.
Carmen Tomeo Pérez
